jueves, 27 de julio de 2023

VIDA Y MUERTE DE KRISHNAMURTI. ESCRITO POR MARY LUTYENS - 3

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 «¿Por qué me escogieron a mí?»

 Mientras continuaban las audiencias del tribunal, los dos chicos eran trasladados de un lugar a otro. En el verano de 1913 estaban en Varengeville, en la costa de Normandía, donde M. Mallet (1) había puesto una casa a disposición de ellos. Arundale había renunciado ahora al Colegio Central Hindú con el fin de ayudar en la tutoría de los chicos. A través de Leadbeater llegaron instrucciones del Maestro en el sentido de que Krishna jamás saliera a menos que lo acompañaran dos iniciados; esto significaba Arundale y Raja. Raja era mucho más estricto con la disciplina que Arundale, y los chicos se resentían con él como tutor. También Lady Emily se encontraba ese verano en Varengeville alojándose en otra casa con sus cinco hijos, y en las tardes se organizaban juegos de tenis y «rounders» (2) . Sin embargo, la actividad principal consistía en planear un nuevo y ampliado Heraldo de la Estrella a publicarse mensualmente en Inglaterra y que tendría a Lady Emily como editora. Durante ese verano, Krishna se convirtió en «toda la vida» de Lady Emily. Su «marido, su hogar y sus hijos pasaron a un segundo plaño». Ella consideraba a Krishna «tanto su hijo como su maestro» (3) , y él, en los años siguientes estuvo casi igualmente consagrado a ella. En octubre de ese año, Miss Dodge legó una pensión vitalicia de 500 £ a Krishna y de 300 £ a Nitya. Este ingreso parece haberle dado a Krishna el valor de escribirle a Leadbeater afirmando por primera vez su independencia. Le pidió que «Raja fuera relevado de sus obligaciones» porque él, Krishna, sabía que podía «controlar y guiar a George [Arundale]» mejor sin él. «Pienso que ya es tiempo», continuaba diciendo, «de que yo tome mis asuntos en mis propias manos... No se me ha dado ninguna oportunidad de sentir mis propias responsabilidades y he sido arrastrado de un lado a otro como un bebé». Raja fue retirado, pero la petición no fue bien recibida. Hasta entonces, Leadbeater había encontrado a Krishna completamente moldeable. Debido a que se renovaron los temores de un secuestro, en enero de 1914 se le dijo a Arundale que llevara nuevamente a los chicos a Taormina. Esta vez los acompañó Lady Emily, quien fue severamente reprobada, en una carta que le dirigió Mrs. Besant, por abandonar a sus hijos que eran su responsabilidad a fin de seguir a Krishna que no lo era. El siguiente traslado de los niños fue a Shanklin, en la isla de Wight, donde Krishna aprendió a jugar golf. E.A. Wodehouse había sido enviado desde Benarés como tutor, en lugar de Raja, y la tía de Arundale, Miss Francesca Arundale, estaba a cargó de las tareas domésticas (Krishna recibía de Mrs. Besant 125 libras mensuales para los gastos de subsistencia). Miss Arundale era una mujer de aspecto severo, ex-discípula de Madame Blavatsky, que llevaba el cabello gris sujeto atrás y anteojos con aros de acero. Lady Emily iba a visitarlos con frecuencia. Paseando con ella por el bosque, Krishna solía ver pequeñas hadas y se mostraba sorprendido de que ella no pudiera verlas también. Lady Emily recordaba que en aquellos días él sólo se interesaba por la poesía, especialmente Shelley y Keats y también partes del Viejo Testamento que ella le leía en voz alta. Krishna se sabía casi de memoria el «Cantar de los Cantares de Salomón». Por esa época, George Arundale estaba sintiendo muchos celos de Lady Emily y enviaba informes a Mrs. Besant sobre el perjuicio que aquélla le estaba ocasionando a Krishna. Después de que en mayo Mrs. Besant hubo ganado su caso ante el Consejo del Rey, los chicos se trasladaron con sus tutores a Bude, una ciudad costera en Cornwall, donde Arundale le prohibió a Lady Emily que los visitara. Le dijo que ella estaba estorbando «el trabajo del Maestro al acentuar la naturaleza inferior de Krishna a expensas de la superior» y que ella sabía muy poco de Krishna como era realmente. Arundale urgía continuamente a Krishna para que «retransmitiera» lo que recordaba del plano astral, pero Krishna jamás habría de «retransmitir» nada que él no sintiera que fuese genuino. A Krishna, como compensación por no ver a Lady Emily, se le permitió en Bude tener una motocicleta. Le gustaba pulirla incesantemente y revisar el motor. Dick Clarke afirmaba que Krishna era un mecánico nato. También llegó a ser muy bueno en el golf practicando con un excelente profesional. (Cinco años después ganaría un campeonato en Muirfield, del que más tarde diría que fue el momento más orgulloso de su vida). En julio, Mrs. Besant envió a B. Shiva Rao desde la India a Bude para que enseñara sánscrito a Krishna. Shiva Rao había conocido a los muchachos en Adyar, donde había ayudado a Leadbeater a compilar Las vidas de Alcyone. Este joven era una influencia vivificante para Krishna, pero cuando la guerra estalló el 4 de agosto de 1914, se le mandó volver. La guerra no significó diferencia alguna en la vida tediosa que llevaban en sus tristes aposentos de Bude. Cuando en otoño Nitya fue a estudiar con un tutor a Oxford, Krishna quedó más aislado aún. Él anhelaba una vida normal, y escribió a Lady Emily: «¿Por qué me escogieron a mi?» No tenía compañeros jóvenes, nadie con quien reír, y a él le gustaba reír; y ahora, proscrita Lady Emily, la severa Miss Arundale era la única mujer que veía. (1) Esta era la segunda casa que Edwin Lutyens había construido para los Mallet, llamada "Les Communes". (2) Juego de pelota parecido al béisbol. [N. del T.] (3) Candles in the Sun (Candelas al Sol). Es dudoso que Mrs. Besant tuviera idea alguna de la soledad y desdicha de Krishna. Se hallaba entonces totalmente ocupada con su trabajo en pro de la autonomía de la India, para lo cual realizó una campana tan vigorosa que en 1917 tuvo que internarse por tres meses en Ootacamund. Mientras tanto, Leadbeater había estado en una larga gira de conferencias que llegó a su término cuando se estableció en Australia, donde fundó una comunidad. Parecía haber olvidado a Krishna, aunque continuaba escribiendo, en periódicos teosóficos, floridos artículos acerca del Advenimiento. A fines de marzo de 1915, Nitya, que también se sentía muy desdichado y solitario y que por haber estado trabajando en exceso con su tutor en Oxford había fatigado peligrosamente sus ojos, escapó a Francia como mensajero de la Cruz Roja francesa. Krishna ansiaba ir también, y se estremeció de emoción cuando Mrs. Besant cablegrafió su consentimiento. Viajó rápidamente a Londres para encargar un uniforme pero, para su intensa decepción, el permiso fue súbitamente retirado. Se consideraba más importante que los dos chicos continuaron sus estudios para ingresar a Oxford, de modo que tuvo que regresar a Bude con la única compañía de Wodehouse y alojarse en cuartos aún más tristes, debido a que Mrs. Besant encontraba difícil seguir manteniendo sus pagos mensuales durante la guerra. En contraste, Arundale, vestido con un elegante uniforme nuevo, fue a trabajar para la Cruz Roja anglo-francesa en el hospital de Londres. Él y Krishna nunca volvieron a estar juntos nuevamente. A Nitya se le mandó regresar de Francia y se reunió con Krishna en Bude. Con Arundale lejos de ellos, los hermanos crecían más unidos y ambos se sentían más dichosos, Krishna porque podía ver a Lady Emily nuevamente y Nitya porque había ganado dos medallas de oro por su labor en la Cruz Roja francesa. Krishna esperaba, trabajando duramente, aprobar su primer examen para ingresar a Oxford en octubre de 1916, dos años después de habérselo propuesto. Esto significaba que Nitya iría a Oxford antes que él. A finales de abril de 1916, Krishna y Nitya dejaron Bude para siempre cuando Wodehouse ingresó a los Guardias Escoceses. Pasaron dos meses en Londres, alojándose con Miss Dodge y Lady, De La Warr en la gran casa que ahora compartían, West Side House en Wimbledon Common, que tenía un hermoso jardín. Aunque ambos iban ahora a almorzar con frecuencia a la Warwick House, la West Side House les proporcionó su primera experiencia de las condiciones lujosas que imperaban en un rico hogar aristocrático. También habían sido puestos bajo la influencia de un abogado retirado, Harold Baillie-Weaver quien, antes de su casamiento y su conversión a la teosofía, había vivido con gran lujo. Todavía seguía vistiendo impecablemente y estaba lleno de joie de vivre [alegría de vivir]. Era el primer «hombre de mundo» con quien ellos se hubieran relacionado jamás. Les presentó a su propio sastre, despertó su buen gusto por las ropas y hasta les enseñó a lustrarse los zapatos. En adelante, ambos vistieron trajes, camisas y zapatos a medida, polainas grises, sombreros grises flexibles, y llevaban bastones con puños de oro (este estilo de vida era posible gracias a la anualidad de Miss Dodge). Krishna jamás habría de perder su amor y su interés por las ropas buenas. Este período en la West Side House fue particularmente dichoso para los muchachos. Había dos campos de tenis; holgazaneaban en bata la mayor parte de la mañana y tenían libertad para ir al cine cuando quisieran, así como para visitar a Lady Emily. Siempre se habían sentido a gusto en el cuarto de los niños Lutyens, donde los más pequeños los trataban como parte de la familia. La desventaja de la West Side House era que allí tenían que demostrar su mejor comportamiento, sabiendo que Lady De La Warr informaría inmediatamente a Mrs. Besant de cualquier frivolidad indebida. Lady De La Warr era una mujercita irascible, muy distinta de Miss Dodge que poseía una naturaleza piadosa. Pero pronto ambos habrían de reanudar sus estudios. Baillie-Weaver les proporcionó un maestro particular, el Rev. John Sanger, quien vivía con su esposa cerca de Rochester en Kent y sólo tenía otros tres estudiantes. Krishna encontró en Mr. Sanger a un maestro excelente, pero quedó muy decepcionado cuando se le informó que no había esperanza alguna de que rindiera su primer examen para Oxford antes de marzo de 1917. Sin embargo, el examen no era el único problema. El New College había tachado los nombres de los muchachos en la época del litigio. Ahora Baillie-Weaver estaba tratando de inscribirlos en la Iglesia Cristiana o en Balliol. Al regresar con Sanger después de una visita a Londres, Krishna escribió a Lady Emily una carta que muestra la calidad de su amor por ella y el innecesario perjuicio que Arundale había causado: Mummy querida, habrá tantas despedidas en esta vida que debemos acostumbrarnos a ello si deseamos ser felices. La vida es, en realidad, una enorme separación si uno ama a alguien mucho y con pureza. En esta vida tenemos que vivir para los demás y no para nosotros mismos, y no debemos ser egoístas. Madre mía, no sabe usted cuánto me ha ayudado últimamente; es usted quien ha creado en mí el deseo de trabajar y de hacer lo que el Maestro quiere que haga. Es también usted quien ha hecho que yo viva puramente y piense en cosas puras, desechando esos pensamientos que a tantos perturban. Ya ve, mi santa madre, que me ha ayudado, aun cuando piense frecuentemente que ha sido un obstáculo para mí. Aunque de desarrollo muy tardío, Krishna era un joven perfectamente normal, pero a causa de la necesidad, inculcada en él, de una pureza absoluta en un iniciado, estaba terriblemente atormentado por sus «malos sueños» que él encontraba «detestables». No podía entenderlos porque sabía que sus pensamientos eran siempre absolutamente puros cuando estaba despierto. Lady Emily pudo ayudarle asegurándole que sólo eran una natural válvula de seguridad. A comienzos de 1917, debieron abandonarse todas las esperanzas de que los muchachos ingresaran a Oxford. Ningún colegio quería aceptarlos a cansa del juicio y de la reputación de Krishna como «el Mesías». Mr. Sanger trató entonces, sin éxito, de hacerlos ingresar a su viejo colegio de Cambridge. En junio se dieron cuenta de que no había otra alternativa que intentar con la Universidad de Londres, lo cual implicaba un examen más inflexible aún que el de Cambridge. ¡Cómo debe haberle hastiado a Krishna tener que atestarse interminablemente con materias para las que carecía de aptitud! Uno siente que perseveraba, mucho más para agradar a Mrs. Besant que por su propio bien. Sin embargo, estaba empezando a desarrollar uno de sus poderes propios. Le escribió a Raja el 11 de noviembre: «Le alegrará saber que estoy tratando los ojos de Nitya. Han mejorado enormemente y ya puede ver con su ojo izquierdo [que hasta entonces había estado casi ciego]... Aquí [en la casa de Mr. Sanger], cuando alguien tiene un dolor de cabeza o de muelas, acude a mí, y ya puede usted imaginarse que soy bastante popular». Y pocas semanas después escribía a Mrs. Besant: Últimamente he estado pensando tanto en usted, que haría cualquier cosa por volver a ver su rostro querido. ¡Qué mundo tan extraño es éste! Me da mucha pena que se sienta usted un tanto débil y supongo que estará trabajando en exceso como de costumbre. Lo único que realmente deseo es estar allí para cuidarla y creo que la haría sentirse bien otra vez. Estoy desarrollando ese poder de curar a la gente y trato todos los días los ojos de Nitya, que están mucho mejor. En enero de 1918, «los muchachos», como seguíamos llamándolos aunque Krishna ya tenía veintitrés años y Nitya veinte, llegaron a Londres a fin de presentarse al examen de cuatro días para la matriculación. Krishna sintió que lo había rendido bien, incluso en matemáticas y latín, sus peores materias. Pero en marzo se enteraron de que, aunque Nitya había aprobado con honores, Krishna había fracasado. De modo que tuvo que volver con Sanger, mientras que Nitya permaneció en Londres para estudiar abogacía. Mr. Sanger se sentía intensamente desilusionado de Krishna. Dio la interesante opinión de que, mientras Nitya tenía la mente más aguda, la mente de Krishna era, de las dos, la de mayor capacidad: tenía una captación más amplia de un tema pero estaba en desventaja por no poder expresar sus pensamientos fácilmente (1) . En mayo, Krishna dejó para siempre a Mr. Sanger y pasó la mayor parte del verano en la West Side House. En septiembre se presentó otra vez para la matriculación, nuevamente con grandes esperanzas, pero sólo para fracasar en matemáticas y latín. Durante ese invierno viajaba todos los días en autobús desde Wimbledon a la Universidad de Londres, para asistir a conferencias que no le interesaban, hasta que, a comienzos de 1919, se mudó con Nitya a Londres, a un departamento situado en Robert Street, Adelphi. Continuó yendo todos los días a la Universidad de Londres, mientras que Nitya seguía estudiando abogacía. En Londres, pasaban gran parte del tiempo en nuestra casa. Era emocionante llegar a casa al volver de la escuela y ver sus sombreros grises y los bastones con puños de oro sobre la mesa del vestíbulo. Krishna, que acababa de descubrir a P.G. Wodehouse y a Stephen Leacock, nos leía en voz alta Piccadilly Jim y Nonsense Novels (Novelas disparatadas), de pie en el salón contra la estantería de los libros (raramente solía sentarse excepto para las comidas), riéndose tanto que apenas si podía emitir las palabras. Tenía una risa sumamente contagiosa que jamás perdió. En los fines de semana, salíamos ir a los cines con ellos y acostumbrábamos reunirnos para jugar a las escondidas por toda la casa. Ambos tenían para mí un encanto inimitable: creaban alrededor de ellos un hechizo dondequiera que fueran. Se parecían más entre sí que dos hermanos ingleses, porque su condición de Extranjeros los igualaba al apartarlos de los demás. Su acento inglés tenía idéntica entonación, tenían la misma risa, los mismos pies demasiado estrechos para usar zapatos de confección, la misma capacidad de doblar la primera articulación de los dedos sin doblar la segunda, y de ambos se desprendía un aroma delicioso debido a algún ungüento que usaban en el cabello lacio, tan negro y brillante. Y los dos eran mucho más limpios y estaban mejor vestidos que cualquiera que yo hubiera conocido. No podían vestir los mismos trajes porque Nitya era más bajo que su hermano, pero compartían las camisas, las corbatas, los calcetines, la ropa interior y los pañuelos, todo marcado con sus iniciales comunes: JKN. Mrs. Besant llegó a Inglaterra en junio de 1919. Hacía cuatro años y medio que no veía a los hermanos, como deben ser llamados ahora. Mientras ella se encontraba fuera, Krishna presidió una asamblea de la Estrella, la primera tarea de esa índole que había realizado desde la última visita de Mrs. Besant. El nunca le había hablado de su pérdida de interés en la teosofía y en la Orden de la Estrella de Oriente. Antes del regreso de ella a la India, él le pidió autorización para ir a vivir a Francia a fin de aprender francés si llegaba a fracasar por tercera vez en su examen de matriculación. Viendo ella las pocas esperanzas que había de que Krishna siguiera estudiando para (1) Occult Investigations (Investigaciones Ocultas), C. Jinarajadasa (TPH, 1938), ingresar a la Universidad de Londres, accedió a su pedido. En enero de 1920, Nitya aprobó su examen de leyes y, en el mismo mes, Krishna se presentó por tercera vez para la matriculación pero, viendo que no tenía oportunidad de aprobar el examen, dejó los papeles en blanco. Cuatro días después estaba en París.

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